Debido a las características de las microondas, el calor alcanza primero los extremos de los alimentos y, después, se reparte hacia el interior. En caso de calentarlos con una potencia de microondas alta, los alimentos pueden estar calientes por fuera pero no por dentro. Durante la compensación de temperaturas, el calor del exterior alcanzará el interior.
Al calentar alimentos que presenten una composición muy variada, p. ej., al calentar un menú, deberán calentarse utilizando una potencia de microondas baja y, por lo tanto, ajustando un tiempo más largo.