Cuando la vajilla se tiñe

El ciclo de lavado ha finalizado, pero al echar un vistazo al lavavajillas nos llevamos una sorpresa: la vajilla sigue teñida. Algunos alimentos como, por ejemplo, la salsa de tomate, la verdura, el té o el café a veces ocasionan decoloraciones resistentes.

Se ha volcado la taza de café y se ha generado una mancha.

¿Por qué se producen decoloraciones en la vajilla?

El tipo y el estado de los alimentos provocan un gran efecto sobre las decoloraciones.

Además, también es muy importante

  • la duración del contacto alimento-superficie
  • la temperatura del alimento
  • el material y el estado de la vajilla, y también supuestamente las superficies lisas y firmes

como, por ejemplo, el plástico o la porcelana son propensos a decolorarse.

¿Por qué se producen daños en la vajilla?

Si las decoloraciones únicamente son superficiales, estas normalmente se pueden tratar y eliminar mediante un lavado. Sin embargo, si la superficie está dañada, será más difícil eliminarlas. Esto daños se producen a diario cuando, por ejemplo, los cuchillos y tenedores arañan la superficie o se apila la vajilla.

¿Cómo se pueden tratar las decoloraciones?

Una forma eficaz para tratar, por ejemplo, decoloraciones marrones, es el blanqueamiento. Para ello se utiliza un detergente con componentes blanqueadores (como cloro activo u oxígeno activo). En el caso del blanqueamiento, durante el ciclo de lavado los colorantes se oxidan y de esta forma las decoloraciones «no se ven».

¿Por qué el plástico es un «paciente especialmente difícil»?

En el caso del plástico, el blanqueado a veces no ofrece el resultado deseado. El motivo de ello es la estructura química: los plásticos están formados por innumerables moléculas de carbono unidas entre sí. Los pigmentos de los alimentos se depositan en la estructura de forma permanente y la eliminación de la coloración ya no es tan sencilla. Si además la superficie presenta grietas o surcos, los pigmentos se propagan por facilidad en el plástico. Una vez que los pigmentos se depositan, ya no se pueden eliminar ni a máquina ni con productos químicos. Estas decoloraciones son permanentes, ya que no sirve de nada frotar ni blanquear.

¿Cómo se evitan las decoloraciones?

La vajilla con mucha suciedad procedente de alimentos y bebidas con colorantes se deberá enjuagar directamente después de utilizarla. Los restos grandes de alimentos también deben eliminarse para que no se resequen. Atención: si se introduce un plato con restos de salsa de tomate en el lavavajillas, los pigmentos se podrían disolver, acceder a otras piezas de vajilla y provocar igualmente decoloraciones.

Conclusión

Los alimentos como la salsa de tomate no solo pueden provocar manchas persistentes en un mantel, sino que también dejan molestas decoloraciones en el plástico. En ambos casos se aplica: las decoloraciones son muy molestas, pero no imposibles de tratar. Si se tratan con rapidez y se utiliza el producto correcto, podrá disfrutar mucho tiempo de sus manteles y vajilla.